Ashet - Asier Gomez Barrenetxea 

Empecé a contar el viaje a París pero al final se me fue el hilo y no termine de contarlo, así que aquí vuelvo dispuesto a retomar la historia del viaje en el lugar que la deje y a enseñaros una foto que espero que le de envidia a Dicky.

Llegamos al aeropuerto de Paris-Beauvais a la mañana temprano. Menuda sorpresa al ver la terminal, volábamos con una Low-Cost pero no pensaba que fuera para tanto, muy pequeña y en gran parte de las instalaciones el techo era una lona de plástico (como el de algunas txosnas). Luego, si quieres ir a Paris (¿pero no estábamos ya en Paris?) 13€ que te cascan de billete de autobús.

Al final llegamos a Paris, nos dejo el autobús en algo que parecía un palacio de congresos o algo parecido (no me hagáis mucho caso), nos costo encontrar una parada de metro y entender como se sacaban los billetes ya era ciencia-ficción. Estas cosas pasan cuando se van 3 personas a Paris sin tener ni idea de francés y dejándome a mi la labor de comunicarme con el exterior ya que era el único que sabia ingles. Lo mejor fue cuando al intentar sacar el tercer billete nos dimos cuenta de que al igual que en las expendedoras de billetes de Metro Bilbao allí también era posible cambiar el idioma.

Nos costo un poco encontrar el hotel y cuando entramos nos comunicaron que todavía las habitaciones no estaban disponibles (era de esperar), por lo que nos fuimos a dar una vuelta en busca de algún establecimiento en el que comer algo ya que no habíamos comido desde que salimos de Bilbao el día anterior. Como no encontrábamos ningún lugar en el que comer algo (era domingo) al final acabamos en un McDonald que encontramos abierto, mientras el resto de clientes desayunaba (lo mas lógico) ahí estábamos nosotros pidiendo un menú cada uno.

Después de repostar, ya con el estomago lleno volvimos al hotel y esta vez si que nos dieron las habitaciones que por cierto casi que mejor no comentarlas, hotel Low-Cost también.

Somos chicos previsores y con buenas fuentes por eso nos fuimos al hotel donde se hospedaba Kylie Minogue, casualmente se encuentra en el mismo edificio en el que esta la sede de la FIA y a la izquierda de la embajada de Estados Unidos. La escena que montamos fue para haberla grabado en video, entramos y nos abordan 3 maromos de seguridad preguntándonos a donde nos dirigíamos. Se supone que aquí debería de haberse acabado nuestra estancia en el hotel pero no, la historia tenia que ser surrealista. “Estamos esperando a una amiga que esta aquí alojada, mientras baja la vamos a esperar en la cafetería”, muy fuerte, y ahí que estuvimos en la cafetería tomando algo. 11€ por un zumo de naranja (con pulpa) en un vaso de chupito, pensamos en seguir la broma y pedir que se lo apuntaran a Kylie en su cuenta pero eso ya hubiera sido demasiado, y como la pedorra esta no aparecía (al parecer estaba de shopping comprándose trapos caros) nos fuimos. Hay fotos de como hacíamos el tonto en la cafetería, pero esas ya son para autoconsumo.

Como ya os conté íbamos a una firma de discos que se celebraba en una de las tiendas que tiene la discográfica Virgin, así que nos quedaba encontrarla y solo sabíamos que estaba en los Campos Elíseos.

Cuando llegamos a la tienda eran aproximadamente las cuatro y media de la tarde, hacia un frio que se te congelaba hasta el moquillo y todavía quedaba lo peor (también quedaba lo mejor). Solo entraban 100 personas a la firma de discos, aunque después lo ampliaron hasta casi 150, así que tocaba hacer cola. En un primer momento la organización nos dijo que nos harían esperar hasta las siete y que después nos darían una pulsera y nos podríamos ir, pues al final la pulsera nos la dieron a las diez y media, así que un cero para la organización (que eran aproximadamente los grados que hacia).

Justo a la medianoche, después de que terminaran de redecorar y reorganizar la tienda, nos dejaron entrar. Dividieron la escalera principal de la tienda por la mitad, a un lado colocaron una alfombra roja para que bajase la Minogue y en la otra mitad los fans histéricos.

Comienza a sonar el primer single “Two Hearts” y aparece la Princesa del Pop descendiendo lentamente por la alfombra roja. Después de una buena puesta en escena, comenzó a firmar los discos que acabábamos de comprar hacia escasos minutos. Había comprado el disco y la edición limitada con DVD, pero el personal de seguridad solo dejo que me firmara uno de ellos y no me dejo hacerme una foto.

Un poco desilusionante, después de los kilómetros hechos y de la larga espera, pero aun quedaba un cartucho por quemar. Volvimos a todo correr al hotel en el que se alojaba y allí estuvimos haciendo guardia. Al de un buen rato llego en una furgoneta con sus asistentes y como estábamos nosotros tres solos, no puso ningún reparo en sacarse fotos con nosotros.

Ahora si que puedo decir que el viaje mereció la pena.

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