Julio 12 2010
Otro mundial es posible
Dejando claro desde el principio el nulo interés que siento por el llamado deporte rey, culpa de mi espíritu republicano, la final del mundial de futbol que ha disputado la selección española me parece el marco perfecto para recordar la antidemocrática postura de Francia y España, especialmente de esta última, en relación a las selecciones deportivas de Euskal Herria.
En lo deportivo España también practica la imposición. Cualquier deportista profesional de élite está obligado a acudir con su respectiva selección española en caso de ser convocado, en caso contrario podría ser sancionado llegando incluso a perder la licencia deportiva. En definitiva, España no solo niega la nacionalidad vasca a los ciudadanos de Euskal Herria sino que además impone y obliga a defender sus colores a nuestros deportistas, tal y como indica el artículo 47 de la Ley 10/1990, de 15 de octubre, del Deporte.
Es obligación de los deportistas federados asistir a las convocatorias de las selecciones deportivas nacionales para la participación en competiciones de carácter internacional, o para la preparación de las mismas
Por mencionar alguna de las grandes mentiras creadas por España para negar la oficialidad de las selecciones vascas resaltaría la archirepetida estupidez de ser necesario disponer de liga propia o la necesidad de ser un Estado soberano reconocido por la ONU, resultando ambas premisas igual de falsas.
La victoria de España en el Mundial de Sudáfrica no se basa en su supuesto buen juego. La victoria de España esta basada en la negación a Catalunya y a Euskal Herria a disponer de sus propias selecciones oficiales. Curiosamente sucede lo mismo con la propia existencia del Estado español, su supervivencia se limita a la negación del derecho democrático a decidir a los pueblos vasco y catalán. En definitiva, España sigue siendo un país de pandereta con complejo de inferioridad que solamente satisface su ego negando la existencia de Catalunya y Euskal Herria.
A la vista queda que la oficialidad de las selecciones vascas y su participación en competiciones y torneos internacionales es solamente una cuestión de voluntad política que evidentemente los partidos políticos españoles no tienen.
Como colofón a este artículo voy a rescatar las declaraciones que realizó Nicolás Redondo Terreros, máximo dirigente del PSE en el año 2000, en relación al partido que disputo la selección de Euskadi contra Marruecos en San Mames. Este gran demócrata se despacho a gusto al calificar de “orgía de nacionalismo radical” el encuentro disputado por la selección vasca.
Etiquetas todos los blogs: españa ; mundial ; seleccion ; Sudafrica ;
Escribe un comentario
Tienes que estar registrado para escribir un comentario.