Ashet - Asier Gomez Barrenetxea 

Ha costado lo suyo, mucho tiempo invertido y sobre todo muchas fuerzas gastadas durante todo este periodo, pero por fin la manada de disidentes que se dedicaban a boicotear el partido desde su interior ha decidido marcharse. No es que hayan decidido irse por coherencia, se van por que han visto peligrar sus respectivos cargos y la poltrona les tira mucho. Por fin se van los disidentes de EA Gipuzkoa.

Podrían haber abandonado Eusko Alkartasuna hace años pero no lo hicieron, preferían seguir viviendo del partido gracias a los cargos obtenidos en las urnas bajo las siglas de EA. Esto no es más que la máxima expresión del poltronerismo. No puedo ocultar mi satisfacción por la marcha de esta gentuza. Desde hace años usaban la ejecutiva regional de Gipuzkoa como si de su califato personal se tratase, boicoteando sistemáticamente las decisiones que los órganos legítimos superiores adoptaban. Por fin esto se ha acabado.

Si viviese en Gipuzkoa díficilmente me habría afiliado a Eusko Alkartasuna. En ningún momento me he sentido identificado por los principales dirigentes que se encontraban en la ejecutiva de EA Gipuzkoa, es por este motivo por el que estimo especialmente la labor realizada durante estos años por todos los militantes de Gipuzkoa que se revelaban o se mostraban contrarios a las continuas manifestaciones irrespetuosas que desde EA Gipuzkoa se realizaban contra la propia Eusko Alkartasuna.

En un primer momento se autodenominaron críticos o “sector crítico”, durante los últimos meses algunos incluso se hacían llamar “renovadores”. Para ser critico en primer lugar hay que ser autocriticó ¿Alguna vez ha practicado Iñaki Galdós la autocrítica? No.

Se viene hablando de que ha habido una escisión en EA, yo no lo creo así. En primer lugar la división que podría haber dentro del partido es algo que viene de lejos por lo que ahora no ha sucedido nada nuevo, EA Gipuzkoa funcionaba al 99% como un partido independiente. Pero sobre todo hay otro motivo que resulta fundamental, no se van por motivos ideológicos.

No nos engañemos, si realmente habría motivos ideológicos en primer lugar habrían participado en el congreso que EA celebra este mismo mes y habrían realizado enmiendas a las ponencias. Si el resultado del congreso no resulta de su agrado, siempre les queda la opción de solicitar la baja del partido. Es completamente legitimo crear un nuevo partido, pero no podemos olvidar que la apuesta que hacían los críticos pasaba por una “alianza estratégica” con el PNV montando una CIU vasca. Entonces, ¿No habría sido más lógico que se integrarán directamente en el PNV?

La respuesta a la anterior pregunta seria un “si, pero no” y aquí es donde se justifica el surgimiento del chiringuito ese que dicen va a ser un partido llamado Alkarbide. Creando un nuevo partido mantienen las cuotas de poder que tienen en estos momentos y desde esa posición de fuerza pueden forzar una negociación al alza con el PNV para las próximas elecciones municipales y forales del 2011. Si se hubieran integrado en el PNV, con la perdida del Gobierno Vasco, los jeltzales tienen muchas bocas que alimentar por lo que Galdós y su prole serían los últimos monos.En definitia, que lo único que les interesa es el cargo y para ello son capaces de cualquier cosa.

Sobre los integrantes de Alkarbide poco hay que decir, al menos bueno. Ha quedado de manifiesto que no son gente de fiar, como bien decia Koldo Amezketa “han jugado sucio”. Han sido tan cínicos de pedir que las ponencias se negociasen mientras por la espalda iban registrando el nuevo partido.

Nota: Me ha gustado el término disidentes acuñado por el diario digital Abertzale y que hoy utiliza El País a la hora de referirse a esta gentuza.

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